Vivir en un departamento ahora es frecuente, pero requiere «vivir en comunidad» y ello significa atender también los requerimientos comunes, A veces asumir esa responsabilidad nos puede generar dolores de cabeza y momentos no tan gratos.
La ilusión del departamento propio que significa la cristalización de un sueño, nos lleva a veces a tratar de encargarnos de labores ajenas a nuestras actividades cotidianas: tocar la puerta para cobrar, sacar cuentas de gastos comunes, pagar al personal, pedir cotizaciones de mantenimientos y supervisar los mismos.
Muchas veces bajo la premisa de que: ahorrando el pago de una administración inmobiliaria vamos a estar mejor, se deshecha la posibilidad de una asistencia profesional sin evaluar las ventajas que ello proporciona.
Entre las que encontramos:
- Transparencia
- Control
- Celeridad
- Imparcialidad
- Responsabilidad
- Experiencia
- Asesoría
- Comunicación
1.- Transparencia, la información es para todos, se publica y se expone de tal manera de que los propietarios toman conocimiento de lo que acontece en su edificio o condominio.
2.- Control, al estar la administración a cargo de un tercero, hay una supervisión constante del cumplimiento de los acuerdos y se le da seguimiento a las tareas programada, se vigila que éstas se lleven a cabo dentro de los plazos acordados.
3.- Celeridad, siempre hay una respuesta inmediata, al contar con el servicio prestado por un tercero; se exige prontitud y que las situaciones se solucionen lo más rápido posible, «No he tenido tiempo» no es una respuesta aceptable.
4.- Imparcialidad, cuando la administración recae en un tercero, en el proceder hay equidad, el administrador trabaja para todos los propietarios, esto se traduce en igualdad en la gestión.
5.- Responsabilidad, el demorarse en la solución de los requerimientos implica faltar al compromiso del servicio ofrecido, ello se traduce luego en tener que responder por las consecuencias que origina la demora, el administrador para evitar todas estas situaciones siempre responde al encargo con la mejor predisposición en beneficio de los propietarios.
6.- Experiencia, Contar con una empresa administradora implica contar con una administración que desarrolla funciones similares en otros condominios por consiguiente maneja un conocimiento de las diversas situaciones que se presentan y ello conlleva a una respuesta más efectiva.
7.- Asesoría, una empresa que realiza este tipo de servicio cuenta con un equipo de trabajo que conoce, cubre y está preparado para responder a los requerimientos del edificio multifamiliar.
8.- Comunicación, para el desarrollo de una buena labor administrativa en un edificio multifamiliar; hay que tener una buena comunicación con la junta y establecer también una buena comunicación con los propietarios y ello requiere tiempo, una administración independiente lo tienen que tener, nuevamente «No he tenido tiempo» no es una respuesta aceptable.
El tiempo juega un papel importante en el desarrollo de las funciones de la administración de un edificio o condominio, pero cuando ésta labor es realizada por miembros de la Junta de Propietario, la solución de los problemas se ajusta al tiempo de éstos y ello no es necesariamente la velocidad que requiere y necesita el edificio y es allí cuando se comienza a deteriorar las relaciones y lo más delicado se comienza a perder dinero y la propiedad puede comenzar a perder su valor por déficit en el mantenimiento. El ahorrar en la administración a veces no es la mejor solución.